miércoles, 17 de agosto de 2022

LA GEOGRAFÍA ERRÓNEA DEL EVANGÉLIO DE MARCOS

Se ha atribuido al evangélio de Marcos el estar repleto de errores geográficos y con ello se ha acusado al evangélio de no ser auténtico, al insinuar por estos hechos, que el tal Marcos o Juan Marcos (Hechos 12:12) a quien se le atribuye el evangélio no era un judío oriundo que conociera la Palestina que recorrió Jesús. Se suele aludir  a Marcos 7:31 donde se escribe: “Entonces, saliendo él de nuevo de las regiones de Tiro, se fue por Sidón al mar de Galilea y subió por en medio de las regiones de Decápolis” (Traducción del Nuevo Mundo). Se suele acusar que ir desde Tiro a través de Sidón al mar de Galilea es un sin sentido y que el autor del evangelio piensa que Sidón se encuentra al sur y no al norte de Tiro. Aunque parece un razonamiento lógico tampoco es concluyente. Me esforzaré en demostrar; y además, lo haré con el mismo evangelio en cuestión, que la geografía de Marcos es totalmente acertada.

            En el mismo evangelio de Marcos encontramos una clave que nos permite explicar las aparentes discrepancias que la alta crítica quiere hacer pasar por crasos errores. Marcos nos informa en cuanto a la manera que tenía Jesús de predicar el evangelio o las buenas nuevas. Leemos en Marcos 6:6: “Y recorría las aldeas en circuito, enseñando.” Muchas traducciones bíblicas suelen leer: “Y recorría las aldeas de alrededor enseñando.” Aunque “las aldeas alrededor” puede hacernos pensar en una comarca de unos pocos pueblos, otras traducciones inciden con más acierto en el significado de la palabra griega κύκλῳ (kukló). Aunque generalmente, este sustantivo griego se define como “alrededor o alrededores”, algunas traducciones admiten una forma adverbial, como la Reina Valera de 1909 que lee:Y rodeaba las aldeas de alrededor, enseñando.” Como vemos aquí, la palabra “alrededor” es el sustantivo que identifica la región o alrededores desde el que se movía Jesús desde su punto de origen, pero la palabra “rodeaba” es el verbo que indica como lo hacía Jesús; rodeando esa región, o sea, recorriéndola para llegar a todos sus destinatarios. Éste es el sentido correcto de la palabra κύκλῳ (kukló) y por eso, la Concordancia de Strong la define brevemente como: “un circulo, un anillo”.

Es evidente, por el sentido de urgencia que Jesús tenía por dar a conocer el Reino de Dios, que él aprovechaba bien el tiempo cuando salía en campaña de predicación. Si él quería llegar a algún lugar lejano, ¿qué mejor, para aprovechar el tiempo, que hacerlo en un gran circuito que abarcara muchos lugares, además del que puntualmente quisiera visitar?

            Vayamos al capítulo 7 de Marcos y situémonos en su contexto general donde analizaremos algunas ideas de interés. La primera referencia en ese capítulo a la región que estamos considerando es Marcos 7:24 donde dice: “Después salió de allí y se fue a la región de Tiro y Sidón.” El relato de Marcos se desenvuelve en grandes rasgos generales pues en el escenario anterior al adverbio “después”, Jesús se encuentra en Jerusalén en una diatriba con los escribas y fariseos. Pero de Marcos 7:24 ya nos llama la atención el orden de las ciudades “Tiro y Sidón”. Este orden de las ciudades fenicias aparece, dos veces en la Biblia hebrea y cinco veces en los evangelios sinópticos y Hechos; dos veces en Marcos; pero nunca en sentido inverso: “Sidón y Tiro”. ¿Por qué es tan importante el orden en que se mencionan estas ciudades? Porque indica claramente que Marcos no confunde que Sidón esté al Sur de Tiro y viceversa. Generalmente, dos ciudades se mencionan en orden correcto partiendo de un punto de referencia, que en esta ocasión sería Jerusalén según Marcos 7:24 o como mucho, el centro de operaciones de Jesús en su domicilio de Capernaum que sería donde regresara, por lógica, una vez volviera de Jerusalén. Pongamos un ejemplo: Yo vivo en el este de España en la provincia de Alicante. Si realizo un viaje al centro de España donde visitaría Ávila, Segovia y Madrid. ¿En que orden correcto pondría mi biógrafo, mi periplo por aquellas tierras? ¿No pondría primero Madrid por ser la primera ciudad a la que me acercaría? Pues, lo mismo tuvo que hacer Marcos; mencionar primero a Tiro que sería la primera ciudad a la que Jesús llegaría, sea que viniera directamente desde Jerusalén o que lo hiciera desde Capernaum.

            ¿Qué hay, entonces, de que Jesús se fuera desde Sidón al mar de Galilea? ¿No parecería más lógico que Jesús bajara de nuevo a Tiro donde había un camino que conectaba con Cesarea de Filipo y éste, a su vez, con Betsaida, junto al mar de Galilea? Este sería, el camino inverso y más directo que Jesús habría hecho antes para llegar a Tiro. ¿Por qué no volver a hacerlo para regresar? Parece razonable, pero no podemos olvidar que Jesús no pensaba en esa lógica, en ese momento; parece que él tenía otros planes. ¿Cómo sabemos eso? Lo sabemos porque Marcos 7:31 dice que que él iría desde Sidón al mar de Galilea, pero subiendo “por en medio de las regiones de Decápolis.”, lo cual lo haría aun más sorprendente e ilógico desde el punto de vista del camino más corto. Por lo tanto, está muy claro que Jesús no estaba pensando en la vía más corta sino, más bien, estaba pensando desde el punto de vista misional; o sea, hacer un gran circuito de predicación, que incluyera las ciudades helénicas de la Decápolis. Puesto que Marcos 7:31 dice que subiría “ por en medio de las regiones de Decápolis”, eso nos puede dar una idea del circuito que siguió Jesús.  Decápolis (diez ciudades, en griego) son la liga o confeferación de ciudades helénicas que Alejandro Magmo fundó en su campaña victoriosa en 332 a. E.C. en Siria y Palestina. El término aparece primero en las Escrituras Griegas Cristianas o Nuevo Testamento y también lo mencionan el historiador judío Josefo y el romano, Plinio el Viejo. Plinio menciona las diez ciudades originales en su Historia Natural: Damasco, Filadelfia, Rafana, Escitópolis, Gadara, Hipos (Hipo), Dión, Pela (Pella), Gerasa y Canata (todas ellas marcadas con un punto rojo en el mapa). 

¿Qué significaría entonces que Jesús volvió al mar de Galilea “ por en medio de las regiones de Decápolis”? Otras traducciones, dicen “a través” o “atravesando” o como cita la Reina Valera de 1909, “por mitad de los términos de Decápolis.” Teniendo en cuenta que las diez ciudades de la Decápolis están algo dispersas entre sí; entre su longitud y latitud; 60 x 107 km, ¿qué vía encaja mejor con la expresión por mitad de los términos de Decápolis”? Solo tenemos que mirar el mapa para darnos cuenta que tanto Damasco, al norte, como Filadelfia, al Sur estan conectadas por una de las rutas más importantes desde la antigüedad, el camino del Rey, que atravesaba Palestina de norte a sur. Se corresponde en buena parte con la calzada romana pavimentada que construyó el emperador Trajano en el siglo II E.C. Esta vía atraviesa la Decápolis por su mitad y permite acercarse o desviarse a la mayoría de las ciudades helénicas de la Decápolis.

Podemos entonces, hacernos una idea de la ruta que siguió Jesús desde Sidón para regresar al mar de Galilea en un extenso periplo misional. Parece que había un camino hacia el oriente que unía Sidón con Damasco, la ciudad mas septentrional de la Decápolis, a la que pudo dirigirse Jesús. Una vez allí, Jesús púdo dirigirse hacia el sur por el Camino del Rey donde podría llegar a las ciudades decapolitas de Dion, Gerasa y Filadelfia, aunque seguramente, Jesús no llegaría tan al sur como Filadelfia ya que Dion se encontraba perpendicular al mar de Galilea, con lo que Jesús pudo desviarse desde allí en dirección occidental para visitar las ciudades más concentradas de la Decápolis como Hipo, Gadara, Escitópolis y Pela y también pudo hacerlo desviándose a las mismas ciudades, pero en sentido contrario; un poco más al sur, desde Gerasa.

            Por lo tanto, todo parece indicar que la Alta Crítica, a veces es demasiado simplista en sus afirmaciones; bastante categóricas, o sea, bastante dogmáticas, pero no históricas. Por supuesto, esto no lo hace sin intención. Teniendo en cuenta que la mayoría de este gremio está formado por personas ateas y/o agnósticas, que no creen en la inspiración de la Biblia (2 Tim. 3:16) pues están determinados a no dar un mayor crédito a la Biblia que a otra obra importante escrita por hombres especializados. O sea, quieren someter a la Biblia a todas las contingencias atribuidas a obras humanas, como las erratas, inexactitudes, los prejuicios de los autores, la atribución a los personajes históricos de teorías conspiratorias no probadas por la intencionalidad propia de la obra y su autor, etc. ¿Quién, si no, personas sin fe, propondrían errores geográficos, sin hacer una profunda y cabal investigación como ha sido el caso mismo que nos ha ocupado hoy? Juzgue usted mismo.

Bibliografía:

https://buhodeminerva.blog/2018/03/24/quien-escribio-el-evangelio-segun-san-marcos4/

https://bibliaparalela.com/greek/2945.htm

https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/1200002617?q=camino+del+Rey&p=doc

https://www.biblia.work/diccionarios/decapolis/


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